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Características paleográficas
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lo más destacable de los cinco restantes es la irregularidad de los caracteres, que son más grandes en la línea tercera y mucho más pequeños en el última, donde deben adaptarse al poco espacio disponible. El módulo de las letras puede cambiar en un mismo renglón, como se aprecia en el “ascenso” progresivo de los tres últimos caracteres del cuarto y el “declive” al final del siguiente. La impresión general es la de un texto grabado con descuido, con letras con rasgos inusitados: nótese la forma del travesaño en A, M y la N; el brazo descendente de L, la asimetría de N y la S pequeña en la sexta línea
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